Ponle palabras a la tristeza: el dolor que no habla susurra al corazón agobiado y le ordena romperse - William Shakespeare
sábado, 25 de mayo de 2013
domingo, 19 de mayo de 2013
No quiero vivir con miedo a perderte♪ :_
QUIERO VOLVER A SER TU HERMANA. Quiero volver a
pasar esas noches con vos sentados en el sillón, sin tener contacto físico,
tomando un té de manzanilla y contándonos la vida con una película de terror en
la televisión que ni a mí ni a vos nos asuta. Quiero volver a jugar con vos a
golpearnos, pero sin besos de perdón si nos dejamos algún moretón. Quiero
volver a llorar por otra cosa, no por vos, y que me pongas tu hombro y tu
contención ahí, firmes, aunque a vos también se te venga el mundo abajo. Quiero
volver a tener esa complicidad con vos, esas risas con solo mirarnos, quiero
que tu papá vuelva a considerarnos ‘sus mellizos separados al nacer’, quiero
cuidarte y quererte como tu hermana mayor, quiero que vuelvas a quererme y
valorarme, y no en el sentido de mandarme mensajes toda la noche, olvidarte de
estar con otras, o llenarme de besos y abrazos todo el día como hace dos meses.
Quiero que vuelvas a contar conmigo si tenés algún problema, quiero volver a
ser esa a la que le confesabas tus secretos.
Porque cuando dos personas pasan de ser amigos a
algo más, se supone que se acercan, que toman más confianza. Pero en nuestro
caso, cada día estamos más lejos uno del otro, más a la defensiva, más
agresivos y más descuidados para con el otro. Y no me gusta eso, porque bien o
mal, pase algo entre nosotros o no, te adoro pibe, muy en el fondo, como un
hermano, y no quiero perderte NUNCA, aunque mi mamá y tu papá no se casen,
aunque crezcamos, aunque cambiemos, quiero estar cerquita tuyo siempre, porque
no sos un chico más en la lista de con los que estuve. Sos el único con el que
tuve una convivencia día a día, el único con el que compartí la habitación, el único
que conocí a fondo, porque aunque yo me haga la boluda y no te lo diga, te
conozco bien, nadie puede ocultarse en una máscara siempre, ni siquiera vos, y
el vivir juntos me hizo saber cómo sos en verdad. Y sé que sos buena persona, sé
que no tenés maldad, aunque estés medio retorcido por la edad. Pero no pasa
nada, yo también era así a los catorce años.
Y por eso más que nada quiero estar cerca tuyo, sos
mi calco, hacés las mismas boludeces que yo, y es algo raro y gracioso ver cómo
cometes los mismos errores que yo, dentro del ámbito familiar, claro, porque
dentro de lo social nada tenemos en común. Y ya de paso, dado que casualmente
en ese ámbito familiar estoy yo, quiero aprovechar para guiarte, ayudarte,
hacer lo posible para que la pases mejor de lo que la pasé yo, más allá de
todos los líos que hayas pasado hace unos cuantos años, porque hay mil
problemas y discusiones que todavía no te pasaron y podés evitarlas. Quiero
volver tres o cuatro meses atrás, quiero retroceder hasta el ocho de febrero de
este año, cuando de la nada me hablaste porque sí, cuando te ofreciste a
ayudarme a cocinar al verme embarrada de manteca y huevos, cuando por primera
vez nos sentamos a ver Mi Amor Mi Amor juntos en el sillón, uno en cada punta,
sin darnos besos imitándo a la televisión, riéndonos juntos, descubriendo lo
bien que podemos llevarnos. Porque el tener una especie de relación amorosa nos
está arruinando, no recuerdo la última vez que nos hablamos sin pelear con la
luz prendida o con el sol todavía ahí, solo me tratás bien en la cama y a
oscuras. No quiero más eso Agustín, basta por favor. Volvamos a lo de antes, a
nuestra hermandad, por el bien de nuestra relación fraternal /amistosa /amorosa
y por el bien de mi salud mental. Te quiero MUCHÍSIMO, y no quiero perderte.
jueves, 16 de mayo de 2013
lunes, 6 de mayo de 2013
viernes, 3 de mayo de 2013
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