No puedo olvidar que aún estoy enamorada de vos.
Perdón. Acá esta tu llave.

Puedo pasar días y días sin pensar en vos, sin extrañarte, sin pensarte, sin que me importes en resumen. Puedo decir con certeza que el noventa por ciento del tiempo soy totalmente indiferente hacia vos y tu vida, y puedo decir también que el noventa por ciento del tiempo siento que te superé, en serio. Pero queda ese diez por ciento. Ese diez por ciento del tiempo que, de golpe y sin razón, me acuerdo de lo que vivimos juntos, que cuánto hace que nos conocemos, cuántas risas y cuántas peleas hubo, me acuerdo de todo, y en especial me acuerdo de cuánto te amé, cuánto te quise, cuánto te extrañé... Y en ese diez por ciento, recuerdo y lloro. Lloro y sabés por qué? Porque me duele, me mata, el pensar que ya está, que me perdiste, que te perdí, que se perdió la amistad... Que nos perdimos nosotros.